sábado, 4 de octubre de 2025

Nuevo Acoso Laboral Institucional: Detectives infiltrados como empleados

 

Por: Federico Dilla

Infiltrar Detectives Privados como "Falsos Empleados"

Si la empresa infiltra detectives privados como falsos empleados para control de los verdaderos empleados ¿Que riesgos corre la empresa desde el punto de vista acoso laboral?"

La decisión de una empresa de infiltrar detectives privados como "falsos empleados" para vigilar a su plantilla es una medida drástica que, aunque busca proteger los intereses empresariales, conlleva riesgos legales y reputacionales enormes, especialmente en lo referente al acoso laboral y a la vulneración de derechos fundamentales.

 perfil del empresario que lo hace

 Este comportamiento se encuadra dentro de lo que comúnmente se conoce como un Jefe Tóxico o un tipo de acoso laboral (mobbing).

No existe un único término específico de una sola palabra que englobe a la persona que realiza ambas acciones (espiar y criticar permanentemente) específicamente a subordinados, pero se puede definir con las siguientes expresiones:

Controlador Es el jefe que supervisa en exceso todas las tareas y movimientos del subordinado, lo que incluye la tendencia a espiar para obtener pruebas de errores. 

Paranoide Es el directivo que desconfía de todo el mundo, fiscaliza constantemente el trabajo de sus subordinados e interpreta de forma negativa la mayoría de las iniciativas.Juzgador /  

Descalificador Alguien que se dedica a juzgar, humillar o despreciar el trabajo de los demás, lo que se alinea con la crítica permanente.

 peligros que corre la empresa

Analicemos en profundidad los peligros que corre la empresa con esta práctica, bajo una óptica dinámica y con ejemplos concretos.

1. El Riesgo de Acoso Laboral Institucional (Mobbing)

El acoso laboral (o mobbing) se define como una conducta abusiva, reiterada y deliberada que atenta contra la dignidad o la integridad física o psíquica del trabajador. La propia naturaleza de la infiltración puede interpretarse como una forma de acoso institucional.

A. Vulneración de la Dignidad y la Intimidad

La existencia de un "topo" o "espía" en la plantilla genera un ambiente de sospecha generalizada y desconfianza que mina la dignidad de los empleados, incluso de aquellos que actúan correctamente. El simple hecho de saberse vigilados de forma oculta es una presión constante.

·            Ejemplo: Un detective infiltrado comienza a hacer preguntas muy personales a un empleado sobre su vida fuera del trabajo, su relación con otros compañeros, o sus actividades durante una baja médica. Aunque el detective busca pruebas de fraude, su acción intrusiva puede ser percibida por el empleado como un hostigamiento sistemático, constituyendo una base para una denuncia por acoso laboral.

 B. Inducción al Conflicto y la Presión Psicológica

El detective infiltrado podría, intencionadamente o no, manipular situaciones o conversaciones para obtener la información que la empresa desea. Esta manipulación puede traducirse en una presión psicológica ilegítima sobre los empleados.

·            Ejemplo: El "falso empleado" (detective) anima a un compañero a hablar mal de la empresa o de un superior durante una pausa, o le sugiere abiertamente que su rendimiento no es el adecuado, grabándolo. Si luego esta información se utiliza para un despido, el empleado podría argumentar que fue inducido a actuar bajo un engaño y que la vigilancia no era proporcional, acusando a la empresa de una táctica de presión que roza el mobbing.

 

2. La Invalidez de las Pruebas y sus Consecuencias Legales

La validez de las pruebas obtenidas mediante detectives privados está sujeta a límites estrictos, principalmente la proporcionalidad y el respeto a los derechos fundamentales. Si se traspasan estos límites, la empresa se expone a graves sanciones.

 A. Violación del Principio de Proporcionalidad

La medida de la infiltración debe ser la menos invasiva posible para alcanzar el objetivo deseado. Usar un infiltrado sin indicios previos claros contra un trabajador específico es desproporcionado.

·            Ejemplo: La empresa utiliza un detective infiltrado en un departamento completo solo por una sospecha genérica de bajo rendimiento, sin centrarse en un caso concreto. Si el informe del detective se usa para despedir a un empleado, el juez podría declarar el despido improcedente o nulo porque la vigilancia no era justificada ni proporcional al fin. Además, podría imponer una indemnización por daños morales al trabajador por la vigilancia excesiva.

 

B. Infracción de la Protección de Datos (RGPD)

La recopilación de información personal por medios ocultos y la suplantación de identidad para obtenerla (el detective se hace pasar por empleado) viola los principios de lealtad y transparencia del tratamiento de datos personales.

·            Ejemplo: El detective infiltrado accede a información de carácter privado (por ejemplo, correos electrónicos personales que un empleado abrió en un ordenador de la empresa, o conversaciones privadas fuera del ámbito estrictamente laboral) o convence a los empleados de revelar datos sensibles. Esta recolección es ilícita. La empresa se arriesga a recibir multas muy elevadas de la autoridad de protección de datos, además de que las pruebas sean declaradas nulas.

 

3. Deterioro del Clima Laboral y Riesgo Reputacional

Más allá de lo legal, las consecuencias de una infiltración fallida o descubierta tienen un impacto devastador en el ambiente de trabajo y en la imagen externa de la compañía.

 A. Pérdida de Confianza y Clima Laboral Tóxico

El descubrimiento de un detective infiltrado destruye la confianza entre la dirección y el personal, creando un ambiente de paranoia y miedo que es totalmente improductivo.

·            Ejemplo: Tras descubrirse que "Juan", el nuevo compañero de equipo, era un detective, el resto de la plantilla se niega a colaborar con la dirección. Esto provoca una fuga de talento de los mejores empleados, un aumento del absentismo y una caída drástica en la productividad general, costando a la empresa mucho más que el fraude inicial que intentaba investigar.

 

B. Daño a la Reputación Corporativa

La imagen de una empresa que "espía" a sus propios empleados es pésima y puede generar una crisis de reputación grave, afectando a la contratación y a las relaciones comerciales.

·            Ejemplo: La noticia de la infiltración de detectives se filtra a la prensa local o a redes sociales. La empresa es catalogada como un lugar de trabajo hostil y poco ético. Esto dificulta la atracción de nuevos candidatos cualificados, provoca la pérdida de clientes sensibles a la ética empresarial y puede afectar las negociaciones con sindicatos o socios. La empresa pasa a ser percibida como un empleador que ejerce el control y la vigilancia extrema.

 

Conclusión: La Línea Roja que No Se Debe Cruzar

La infiltración de detectives privados, aunque una herramienta permitida para investigar fraudes internos (robos, competencia desleal, etc.), es una medida de máximo riesgo en el contexto de las relaciones laborales.

Si el fin de la infiltración no está perfectamente delimitado, no respeta los derechos a la dignidad y a la intimidad, y se lleva a cabo sin la máxima cautela legal, la empresa no solo verá sus pruebas invalidadas, sino que se expone a:

1.      Denuncias por Acoso Laboral (Mobbing) con el consiguiente riesgo de readmisión o indemnización por despido nulo/improcedente.

2.      Sanciones por Protección de Datos (RGPD).

3.      Un daño reputacional y una desestructuración del clima laboral casi irreparables.

La clave es que la empresa demuestre siempre que la medida es justificada, idónea, necesaria y, sobre todo, proporcional al fraude que se intenta evitar, y que se realiza por una agencia de detectives debidamente autorizada y con estricto respeto a la ley. De lo contrario, la empresa pasará de ser la "víctima de un fraude" a ser el "victimario" en un caso de posible acoso institucional.

Si los empleados sospechan o descubren que la empresa ha infiltrado detectives privados como falsos compañeros, la situación es extremadamente delicada. Su reacción debe ser estratégica, cautelosa y legalmente informada.

 

ACCIÓN PARA LOS EMPLEADOS

Aquí tienes un plan de acción para los empleados, enfocado en proteger sus derechos y reunir evidencia, manteniendo un tono dinámico y con ejemplos:

1. Mantener la Calma y Actuar con Discreción

El primer impulso puede ser la confrontación, pero eso solo alertaría al detective y a la empresa. La discreción es clave.

 A. Documentación Silenciosa

Es fundamental que los empleados actúen como si no supieran nada, mientras recopilan pruebas discretamente. No se trata de espiar, sino de registrar eventos y comportamientos.

  • ¿Qué hacer? Llevar un "diario de hechos" laboral. Anotar fechas, horas, nombres (incluyendo el del presunto detective), y la descripción exacta de cualquier interacción o pregunta que consideren inusual, invasiva o que incite al conflicto.
  • Ejemplo: "15 de mayo, 11:30 a.m. 'Juan' (el falso empleado) me preguntó por tercera vez si realmente estaba enfermo la semana pasada y sugirió que 'la empresa no es tonta y lo sabe todo'. Estaba grabándolo con su móvil en el descanso. Testigo: María P."

 B. Blindaje de la Información Personal

El objetivo del detective es obtener información comprometedora. Los empleados deben limitar drásticamente lo que comparten en el lugar de trabajo.

  • ¿Qué hacer? Evitar conversaciones personales delicadas, quejas sobre la empresa o el jefe, o detalles de su vida privada con compañeros en los que no confíen plenamente, especialmente con el sospechoso. Nunca utilizar equipos de la empresa para asuntos personales o comunicaciones que pudieran ser malinterpretadas.
  • Ejemplo: Un empleado que planea una baja médica no debe comentarlo con el sospechoso, ni dejar un borrador de la prescripción médica a la vista en su escritorio, ya que el detective podría usar esa información para montar un caso de fraude preventivo.

 

2. Asesoramiento Legal Urgente y Sindicatos

La batalla legal contra una infiltración es compleja, por lo que la acción individual debe convertirse rápidamente en una acción colectiva y respaldada por expertos.

 A. Contactar a un Abogado Laboralista

Obtener asesoría legal es el paso más importante para evaluar si los derechos a la intimidad, la dignidad o la protección de datos han sido vulnerados.

  • ¿Qué hacer? Presentar al abogado el "diario de hechos" para que evalúe la viabilidad de una denuncia por acoso laboral institucional o por vulneración de derechos fundamentales (que podría llevar a un despido nulo).
  • Ejemplo: Un abogado puede determinar que la infiltración a todo un departamento sin causa individualizada es una medida desproporcionada y un ataque a la dignidad de la plantilla, abriendo la puerta a una demanda colectiva o individual por daños morales.

 B. Involucrar a los Representantes de los Trabajadores

Si existen delegados sindicales o un comité de empresa, ellos deben ser notificados. La infiltración es un ataque directo a la representación legal y a la buena fe contractual.

  • ¿Qué hacer? Notificarles para que exijan explicaciones a la dirección sobre la vigilancia oculta y, si es necesario, interponer una denuncia ante la Inspección de Trabajo por prácticas antisindicales o por faltas muy graves en materia de prevención de riesgos laborales (al generar un riesgo psicosocial).
  • Ejemplo: El Comité de Empresa puede solicitar una reunión urgente con la dirección basándose en el derecho a ser informado sobre medidas de vigilancia, exigiendo el cese inmediato del detective y la anulación de cualquier prueba obtenida ilegalmente.

 

3. Prepararse para la Defensa Legal

Si la empresa utiliza la información del detective para tomar medidas disciplinarias (como un despido), los empleados deben estar listos para refutar las pruebas.

 A. Cuestionar la Validez de la Prueba

El objetivo en el juicio será demostrar que la prueba es nula por haber sido obtenida de forma ilícita, vulnerando derechos fundamentales.

  • ¿Qué hacer? Argumentar que la infiltración constituye una violación del principio de buena fe contractual y de la intimidad, ya que el empleado interactuó con el detective bajo el engaño de una relación de compañerismo, no de una inspección laboral.
  • Ejemplo: Si el detective grabó una conversación donde el empleado hacía comentarios fuera de tono, el empleado puede argumentar que esa conversación se dio en un contexto privado simulado (el detective lo indujo a la confianza) y que, por lo tanto, la prueba vulnera su derecho a la intimidad.

 B. Denunciar la Vigilancia como Acoso

La vigilancia oculta y las técnicas utilizadas por el detective pueden ser la base de una denuncia de acoso laboral, independientemente de la existencia de fraude.

  • ¿Qué hacer? Presentar la situación como una presión psicológica sistemática (mobbing) por parte de la empresa, que utiliza el engaño y la vigilancia constante para hostigar o forzar la autodenuncia.
  • Ejemplo: Si tras la infiltración, el empleado es aislado, recibe tareas sin sentido o sufre un cambio repentino y injustificado en sus condiciones de trabajo, la acción del detective se convierte en el inicio de una cadena de hostigamiento que debe ser denunciada como acoso laboral.

En resumen: silencio estratégico, documentación detallada y asesoramiento legal inmediato son la armadura de los empleados ante la figura del "falso compañero". El objetivo es convertir una situación de espionaje en una poderosa defensa legal que anule cualquier acción empresarial.