domingo, 13 de julio de 2025

El permiso por hospitalización finaliza con el alta médica

 

El Tribunal Supremo ha dictado una sentencia reciente (STS 2074/2025, del 5 de junio de 2025, entre otras) en la que interpreta el artículo 73.1.c) del IV Convenio colectivo de la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós II, AIE.

La cuestión central de esta sentencia es el permiso retribuido de cinco días naturales en los supuestos de hospitalización o enfermedad grave de cónyuge o parientes hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad.

En particular, la sentencia aborda la controversia sobre si los trabajadores tienen derecho a disfrutar íntegramente este permiso (los cinco días) incluso si se produce el alta médica del enfermo antes de que finalice el plazo.

El Tribunal Supremo, en su interpretación, ha diferenciado lo siguiente:

  • El alta hospitalaria no conlleva de forma automática la finalización del permiso, si no va acompañada del alta médica. Es decir, el permiso puede continuar aunque el paciente sea dado de alta del hospital, si la enfermedad grave o la necesidad de cuidados aún persiste y así lo justifica el alta médica.

  • El convenio colectivo en cuestión (art. 73.1.c) condiciona el permiso a la hospitalización o enfermedad grave, a diferencia del artículo 37.3.b) del Estatuto de los Trabajadores, que también incluye las intervenciones quirúrgicas sin hospitalización que precisen reposo domiciliario.

Conclusión

 La sentencia del Tribunal Supremo aclara que el permiso por hospitalización o enfermedad grave en este convenio colectivo no se extingue automáticamente con el alta hospitalaria, sino que su duración puede ir más allá si la situación médica del paciente así lo requiere y se mantiene la "enfermedad grave" que dio origen al permiso, siempre hasta el máximo de los cinco días naturales previstos en el convenio.

El Tribunal Supremo refuerza con esta sentencia un principio fundamental: el permiso por hospitalización o enfermedad grave está ligado a la necesidad real de cuidados. De este modo:

  • Se evita un uso fraudulento del permiso, como disfrutar de días libres cuando el familiar ya no necesita atención.
  • Se proporciona seguridad jurídica a trabajadores y empresas sobre el momento exacto en que el permiso pierde su fundamento.

Esta doctrina busca equilibrar el derecho del trabajador a cuidar de sus allegados con el deber de utilizar correctamente los permisos retribuidos, conforme a su finalidad legítima.