martes, 15 de julio de 2025

La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)- herencia genética materna


 La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta las neuronas motoras en el cerebro y la médula espinal. Estas neuronas son responsables de controlar el movimiento de los músculos voluntarios, lo que lleva a debilidad muscular, atrofia y, finalmente, parálisis. Si bien no hay cura para la ELA, los tratamientos pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.

Cuando una madre padece ELA, el impacto en sus hijos puede ser profundo y multifacético, abarcando aspectos emocionales, psicológicos y, en algunos casos, genéticos.

 Patrón de herencia:

La mayoría de los casos de ELA familiar se heredan de forma autosómica dominante. Esto significa que solo se necesita una copia mutada del gen para que la persona desarrolle la enfermedad. Si uno de los padres tiene ELA familiar causada por una mutación genética autosómica dominante, cada uno de sus hijos tiene un 50% de probabilidad de heredar la mutación genética y, por lo tanto, de desarrollar la ELA.

Genes implicados:

Se han identificado numerosos genes asociados con la ELA familiar. Los más comunes y estudiados incluyen:

  • SOD1 (Superóxido dismutasa 1): Fue el primer gen identificado en relación con la ELA familiar y es responsable de aproximadamente el 15-20% de los casos de FALS. Las mutaciones en este gen causan un mal funcionamiento de la enzima SOD1, lo que lleva a la toxicidad neuronal.

  • C9orf72: Es la causa más frecuente de ELA familiar, representando hasta el 40% de los casos de FALS y también se asocia con la demencia frontotemporal. Una expansión de repeticiones en este gen es el mecanismo subyacente.

  • TARDBP (Proteína de unión a ADN TAR): Las mutaciones en este gen, que codifica la proteína TDP-43, se encuentran en un porcentaje significativo de casos de ELA familiar y algunos casos esporádicos.

  • FUS (Proteína FUS): Las mutaciones en este gen también se asocian con la ELA familiar, aunque son menos comunes que las de SOD1 y C9orf72.

  • Otros genes: Existen muchos otros genes, como VCP, OPTN, UBQLN2, y TBK1, entre otros, que también han sido vinculados a la ELA familiar, aunque en menor medida.

Impacto de la ELA de una madre en sus hijos

  1. Impacto emocional y psicológico:

    • Duelo anticipado: Los hijos pueden experimentar un proceso de duelo antes de la pérdida real de la madre, al ver su deterioro gradual y la pérdida de sus capacidades. Esto puede generar sentimientos de tristeza, impotencia y rabia.

    • Cambio de roles: A medida que la enfermedad progresa, los hijos, especialmente los mayores, pueden verse obligados a asumir roles de cuidado, lo que puede ser abrumador y generar estrés.

    • Ansiedad y depresión: La incertidumbre sobre el futuro, el miedo a la progresión de la enfermedad y la sobrecarga emocional pueden llevar a la ansiedad y la depresión en los hijos.

    • Sentimientos de culpa: Algunos hijos pueden sentir culpa por no poder hacer más, o por resentir la carga que la enfermedad impone en la familia.

    • Aislamiento social: La enfermedad puede afectar la dinámica familiar, lo que a veces lleva a un aislamiento social de los hijos que se sienten incomprendidos o tienen dificultades para explicar su situación a sus amigos.

    • Dificultad para expresar emociones: Los hijos, especialmente los más jóvenes, pueden tener dificultades para comprender y expresar sus miedos y sentimientos, lo que puede manifestarse en problemas de conducta o cambios en su rendimiento escolar.

  2. Impacto en el desarrollo y la vida cotidiana:

    • Interrupción de la rutina: La ELA de la madre puede alterar drásticamente la rutina familiar, afectando las actividades cotidianas, la educación y las interacciones sociales de los hijos.

    • Preocupaciones económicas: La enfermedad puede generar una carga financiera significativa debido a los costos de atención médica, adaptaciones del hogar y posible pérdida de ingresos, lo que puede afectar la estabilidad económica de la familia y, por ende, a los hijos.

    • Necesidad de apoyo: Los hijos necesitarán un apoyo emocional y psicológico adecuado para procesar lo que están viviendo. Esto puede incluir terapia individual o familiar, grupos de apoyo y comunicación abierta dentro de la familia.

Factores genéticos y hereditarios de la ELA

La ELA se clasifica principalmente en dos tipos:

  • ELA esporádica: Representa el 90-95% de los casos y ocurre sin antecedentes familiares conocidos. Se cree que es el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales, aunque las causas exactas aún no se comprenden completamente.

  • ELA familiar (FALS): Representa el 5-10% de los casos y se caracteriza por tener antecedentes familiares de la enfermedad. En estos casos, la ELA se hereda genéticamente.


Pruebas genéticas y asesoramiento:

Para las familias con antecedentes de ELA, el asesoramiento genético es fundamental. Un genetista puede ayudar a la familia a comprender los riesgos de herencia, discutir la posibilidad de realizar pruebas genéticas a los hijos (pruebas presintomáticas) y explorar las implicaciones de los resultados. Es una decisión personal y compleja, ya que un resultado positivo puede generar ansiedad y preocupaciones sobre el futuro.

Es importante destacar que, incluso si un hijo hereda una mutación genética asociada a la ELA, la edad de inicio y la progresión de la enfermedad pueden variar considerablemente. Además, no todas las personas con una mutación genética desarrollan la enfermedad, lo que sugiere la influencia de otros factores (ambientales o genéticos) que aún se están investigando.

En resumen, la ELA de una madre tiene un impacto emocional y psicológico significativo en sus hijos, que requieren apoyo. En un porcentaje minoritario de casos, la enfermedad es hereditaria, y los hijos de una madre con ELA familiar tienen un riesgo genético que debe ser evaluado y discutido en el contexto de un asesoramiento genético profesional.