traducido por Federico Dilla
Quizás la gente ya se ha dado cuenta de la calidad de lo chino y su informalidad
Worsening business climate in China: the end of an era by Enrique Fanjul 30/06/20162?
Worsening business climate in China: the end of an era? National Convention Center Beijing (CNCC). Photo: UCL Institute of Education / Flickr. CC BY-NC 2.0
National Convention Center Beijing (CNCC). Photo: UCL Institute of Education / Flickr. CC BY-NC 2.0
In recent years the business climate for foreign companies has deteriorated sharply in China. At least that is the opinion of the companies. The European Chamber of Commerce in China, for example, has recently published the 2016 edition of its "European Business in China. Business Confidence Survey ", a study based on a survey of European companies. The findings are negative on the valuation of the business framework. The effects of the slowing economy are compounded by "a climate of increasingly hostile business combined with a framework that is perpetually tilted in favor of local companies" in uncontexto brake on the adoption of reform measures that Chinese government had committed. The "golden age" of business in China seems to have come to an end.
The study of European Chamber uses some terms of a rare hard for a foreign business organization operating in China. It refers to a "new wave of pessimism", with 41% of European companies are reassessing their operations in China. More than half of respondents indicate that doing business in China is becoming more difficult from year to year. Three years ago 86% of the companies surveyed planned to expand its operations in China; this percentage has fallen to 47% this year.
70% of companies state that they feel less "welcome" in China ten years ago.
Many of these negative aspects are also highlighted in the other major study performed on the frame business in China, conducted by the American Chamber of Commerce (2016 American Business in China White Paper).
The business framework is changed is normal considering the great transformation that China has experienced. China is no longer the developing country that was eager to attract foreign investment, is no longer the "great world factory" producing cheap goods and low-tech leveraging its advantages of cheap labor. The Chinese economy is in a process of change in the production model, in which consumption and services are increasing their role in the growth to the detriment of investment and export.
But regardless of this, what the study by the European Chamber highlights is elestancamiento of reforms, and the failure of China's many promises to open and liberalize their markets. The study mentions persistent policies against competition, the absence of reforms in key areas such as the rule of law, local protectionism, barriers to market access, overcapacity, high levels of household debt, discrimination against foreign companies.
58% of companies believe that strengthening control measures and Internet access are having an increasingly negative impact on their activity (compared with 41% in 2015, ie an increase of 17 points in one year ).
The deteriorating business climate in China must be placed as a framework that goes beyond the business sphere, brake reforms, tightening of political control, unapolítica more aggressive exterior that is causing an increase in international tensions, etc. The big question is whether these trends will continue in the future.
In the shorter term, the issue of approval of the so-called "market economy status" arises. When China signed its agreement to join the World Trade Organization in 2001, it was established that, in any case, China would agree to this status automatically after 15 years of its incorporation; ie at the end of this year. However, already are rising voices in the international community who question the approval status of China as a market economy, which would be a strong protection against anti-dumping measures. On the one hand, because the conditions for foreign companies in the Chinese market have become more difficult, as highlighted by studies of the Chambers of Commerce cited above.
On the other hand, because the problem of overcapacity in various Chinese industries has recently worsened. Without the brake may involve anti-dumping measures, China could flood international markets for steel, cement and many other products made by state companies operating advantages, in a very remote situation of free market conditions and conditions their international competitors.
The issue of approval of China as a market economy can be a source of serious trade conflict on the international scene.
It's probably a simple result of chance, but significantly recently experienced two cases of conflict of Spanish companies with Chinese companies: the demand for arbitration against Repsol Sinopec -reclamando a huge sum of money- and confrontation of a sector shareholders NH hotel group with its main shareholder, the Chinese group HNA.
Empeora el clima de negocios en China: ¿el fin de una era?
En estos últimos años el clima de negocios para las empresas extranjeras se ha deteriorado fuertemente en China. Al menos, esa es la opinión de las empresas. La Cámara de Comercio Europea en China, por ejemplo, ha publicado recientemente la edición 2016 de su “European Business in China. Business Confidence Survey”, un estudio basado en una encuesta entre empresas europeas. Las conclusiones son negativas sobre la valoración del marco de negocios. Los efectos de la desaceleración de la economía se ven agravados por “un clima de negocios crecientemente hostil combinado con un marco de actuación que está perpetuamente inclinado en favor de las empresas locales”, en uncontexto de freno en la adopción de medidas de reforma que el gobierno chino había comprometido. La “era dorada” de los negocios en China parece haber tocado a su fin.
El estudio de la Cámara europea utiliza algunos términos de una dureza poco frecuente para una organización empresarial extranjera que opera en China. Se refiere a una “nueva ola de pesimismo”, con un 41% de las empresas europeas que están revaluando sus operaciones en China. Más de la mitad de los encuestados indican que hacer negocios en China se está volviendo más difícil de año en año. Hace tres años el 86% de las empresas encuestadas planeaban expandir sus operaciones en China; este porcentaje ha caído este año al 47%.
Un 70% de las empresas declaran que se sienten menos “bienvenidas” en China que hace diez años.
Muchos de estos aspectos negativos son también resaltados en el otro estudio fundamental que se realiza sobre el marco de negocios en China, el realizado por la Cámara de Comercio Americana (2016 American Business in China White Paper).
Que el marco de negocios se modifique es normal teniendo en cuenta la gran transformación que China ha experimentado. China ya no es el país en vías de desarrollo que ansiaba atraer inversiones extranjeras, ha dejado de ser la “gran fábrica del mundo” que producía bienes baratos y de baja tecnología aprovechando sus ventajas de mano de obra barata. La economía china se encuentra en un proceso de cambio de modelo productivo, en el que el consumo y los servicios están aumentando su protagonismo en el crecimiento en detrimento de la inversión y la exportación.
Pero, al margen de lo anterior, lo que el estudio de la Cámara Europea pone de relieve es elestancamiento de las reformas, y el incumplimiento por parte de China de muchas de sus promesas de abrir y liberalizar sus mercados. El estudio menciona la persistencia de políticas contra la competencia, la ausencia de reformas en áreas clave como el imperio de la ley, el proteccionismo local, las barreras de acceso a mercados, el exceso de capacidad, los altos niveles de deuda doméstica, la discriminación contra las empresas extranjeras.
Un 58% de las empresas considera que el reforzamiento de las medidas de control y acceso a Internet están teniendo un impacto cada vez más negativo sobre su actividad (frente a un 41% en 2015, es decir, un aumento de 17 puntos en un año).
El deterioro del clima de negocios en China hay que situarlo pues en un marco que va más allá del ámbito empresarial, de freno de las reformas, endurecimiento del control político, unapolítica exterior más agresiva que está provocando un aumento de las tensiones internacionales, etc. La gran incógnita es si estas tendencias continuarán en el futuro.
A más corto plazo, se plantea el tema de la aprobación del denominado “status de economía de mercado”. Cuando China firmó su acuerdo de incorporación a la Organización Mundial de Comercio, en 2001, se estableció que, en todo caso, China accedería automáticamente a este status al cabo de 15 años de su incorporación; es decir, a fines del presente año. Sin embargo, ya se están levantando voces en la comunidad internacional que cuestionan el que se apruebe el status de China como economía de mercado, que le supondría una fuerte protección contra medidas antidumping. Por un lado, porque las condiciones para las empresas extranjeras en el mercado chino se han vuelto más difíciles, como ponen de relieve los estudios de las Cámaras de Comercio citados antes.
Por otro lado, porque el problema de exceso de capacidad en diversas industrias chinas se ha agravado recientemente. Sin el freno que pueden suponer las medidas antidumping,China podría inundar los mercados internacionales de acero, cemento y muchos otros productos fabricados por empresas estatales que operan con grandes ventajas, en una situación muy alejada de las condiciones de libre mercado y de las condiciones de sus competidores internacionales.
El tema de la aprobación de China como economía de mercado puede ser motivo de un serio conflicto comercial en la escena internacional.
Probablemente es un simple resultado de la casualidad, pero significativamente se han producido recientemente dos casos de conflicto de empresas españolas con empresas chinas: la demanda de arbitraje de Sinopec contra Repsol –reclamando una enorme suma de dinero– y el enfrentamiento de un sector de accionistas del grupo hotelero NH con su accionista principal, el grupo chino HNA.